Nuestra historia comienza con un sueño entre amigos, apasionados por la cerveza. En un pequeño garaje, empezamos a experimentar con maltas, lúpulos y levaduras, buscando crear sabores únicos que reflejaran nuestra identidad criolla.

Después de meses de pruebas y degustaciones, nació nuestra primera cerveza: La Clásica Rubia. Su éxito entre amigos y familiares nos impulsó a llevar nuestra pasión al siguiente nivel y compartirla con nuestra comunidad.

Inauguramos nuestro primer local, un espacio acogedor donde la gente podía disfrutar de nuestras cervezas frescas directamente del tanque, acompañadas de buena comida y un ambiente amigable. Rápidamente nos convertimos en un punto de encuentro local.

Ampliamos nuestra variedad de cervezas, introduciendo la Morena Robusta y la IPA Tropical, que se convirtieron en favoritas instantáneas. Nuestra cervecería creció, pero mantuvimos nuestro compromiso con la calidad artesanal.

Hoy, Cerveza Artesanal Criolla es un referente en la escena cervecera local. Seguimos innovando con nuevos sabores y eventos, siempre fieles a nuestra misión original: crear cervezas excepcionales que unan a las personas.